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Todos somos mentirosos en mayor o menor medida.
Si, tú también. Y no hablo de las películas que le cuentes a tu mujer o tu marido. (Que espero que no le cuentes ninguna)
Ni de que te mientas a ti mismo con que vas a empezar al gimnasio.
Veras.
En vez de decir que somos mentirosos vamos a decir que somos actores por necesidad.
La sociedad y el deseo de encajar en ella, nos lleva a maquillar nuestro verdadero ser.
Comportamientos y pensamientos escondidos.
Nos ponemos la mascara social.
De esto somos culpables todos:
- Esa cena de negocios en la que haces como que estas acostumbrado a esos lujos.
- Ese circulo de madres del cole que comentan algo con lo que no comulgas y te callas y te ríes cuando se ríen.
- Esas reuniones con familiares con los que no tienes confianza.
- Una cena de antiguos compañeros de clase que va solo de apariencias.
En fin. Ejemplos hay tantos como situaciones. Muchas.
Esto yo lo he experimentado en mi mismo. Como todo lo que te cuento vamos.
Hubo un tiempo que intenté ser completamente sincero y directo.
Fue hace ya años.
Los resultados fueron nefastos. Te puedes imaginar.
Esos dos rasgos por separados son peligrosos pero juntos...
Sincericidio.
Creo que la palabra no existe pero define bastante bien a lo que me refiero.
Seamos francos, la gente no está preparada para que le digan las verdades a la cara.
Yo tampoco.
De hecho, la mayoría de la gente prefiere tener razón a tener dinero.
O gente que directamente, paga a otra gente para que le bailen el agua.
Yo a esos niveles no llego. Espero que tú tampoco.
Continuo.
Las cosas a la cara no gustan realmente, especialmente cuando no hay confianza.
Piensas: tiene razón pero ¿Y este gilip*llas de donde salió?
Normal.
Aparte, hay muchas verdades que duelen sea con confianza o no.
Resumiendo.
Hacer y decir lo que te da la gana con el argumento de la sinceridad y la honestidad no creo que sea el mejor camino para conservar y ampliar el circulo social.
Muchas veces es necesario ponerte la mascara social.
Añadir un poco de "diplomacia" a nuestras interacciones sociales.
Filtrar un poco.
Aplicando educación, saber estar y las normas sociales que aprendemos desde pequeños en general.
Ya me entiendes.
Si que creo que cierto grado de franqueza viene bien.
Sobre todo cuando vas cumpliendo años y estas ya quemado de aguantar a tontos.
Que, como dice mi hermano, "No cabe un tonto más en este mundo".
Quieres las cosas claras y que no te mareen.
Por lo menos yo trato de ser claro y decir las cosas sin rodeos innecesarios.
Y agradezco encontrar gente franca que no de vueltas al Tour de Francia para decirme lo que me tenga que decir.
Aun así endulzando lo necesario la cuestión para evitar ofensas.
Es lo que mejor me funciona a mi.
Con esto cierro la boca por hoy.
Oye oye, antes de que te vayas.
Atiende que me lo vas a agradecer.
Hay una cosa que le gusta a todo el mundo, es el storytelling.
Y hay otra cosa que seguramente te guste, leer.
Digo seguramente porque eres lector de newsletters, supongo que algo tendrá que ver.
El caso es que he conocido a un tío, Luis, que resulta que mezcla las dos cosas. Se dedica a coger libros y soltarte perlas de conocimiento interpretadas por él junto con sus películas personales.
Tiene salsa porque escoge bien los libros y las historias que te cuenta alrededor molan. Aprendes bastante y es entretenido.
Dice cosas con mucho sentido.
No va de bullet points con ideas principales. La verdad que está chulo.
Y es que además es majísimo. Al menos con el trato que he tenido con él.
Lo tienes aquí:
Ahora si.
Nos leemos la semana que viene con otros temas.
Y espero que como siempre tu fin de semana sea memorable.
Un fuerte abrazo.
PD. Si te ha molado lo que has leído me haces un gran favor compartiéndolo por ahí.